EQUIPO

Licenciado en Bellas Artes, RetArtista y profesor por vocación, ROBERTO ALMARZA toca todos los palos con la seguridad que da el dominio de la técnica para poder crear en libertad.

Profesor de Alda con Limón desde que se fundó, pone a disposición todo su saber para acompañar las necesidades de cada uno de sus alumnos. Aunque pueda parecer contradictorio, gracias a su ya amplia experiencia docente, es sensible y riguroso a la vez, guiando con una sonrisa los titubeos de un encaje o resolviendo un problema de perspectiva en un abrir y cerrar de ojos.

Roberto coordina los grupos de dibujo y pintura los martes y los miércoles en grupos de mañana y tarde y fundamentos del dibujo los miércoles tarde.

Amante de la técnica de la acuarela y seducido por las diferentes calidades y texturas que genera el pigmento sobre el papel, Carlos Rodríguez Casado nos acerca un poco más a las infinitas posibilidades que nos brinda este medio tan fascinante.

Con muchísima energía trata su curso semanal en el que nos muestra su peculiar modo de manejar el agua y el pigmento, formadores de desenfoques, piel o diferentes texturas como pelo o escamas.

Como artista en activo, compagina las clases con su trabajo de ilustrador, en el que sus conocidisimas caricaturas ilustran grandes revistas y periódicos de tirada nacional como El Mundo e Interviú o internacional como es el caso de Hong Kong y Reino Unido.

Todo un lujo tener a Carlos en nuestro equipo los jueves y viernes por la tarde en Alda con Limón.

La obra de Carlos San Millán logra un lúcido equilibrio entre lo figurativo y lo abstracto. Más que pintar su entorno, dota a cada escena de una narrativa sutil y vivida que lleva al espectador a un viaje de descubrimiento. Los interiores y objetos cotidianos están magistralmente impregnados de carácter, mientras que los paisajes parecen deshacerse en el mismo momento en que se materializan. El enfoque de Millán se distingue por su soltura y viveza, una práctica desarrollada atentamente a través de sus estudios en la Escuela Universitaria del País Vasco y sus viajes por América Latina. Suaves pinceladas y una paleta de colores opalescentes captan la vida en todos sus matices; la forma en que las habitaciones se entrelazan con nuestros recuerdos y sueños, o cómo la luz entra y sale de la oscuridad. Cada pieza es un recordatorio de que hay que deleitarse con lo sensual, un atractivo que se materializa en la conversión de la forma en contenido.