El de ayer fue un workshop muy especial donde la técnica, conocida por muchos, pasó a un segundo plano.
Mustapha Ben Lahmar nos vislumbró con su modo de pensar y representar con acuarela, e intentar sacar de esas obras nuestra propia vida.
Como él mismo dice no hay un modo correcto de pintar como no hay manera correcta de vivir.
Gracias a Mustapha por compartir vida con nosotros y también gracias a todos los asistentes de este curso que terminó, pero que seguro repetiremos. Poco más podemos contar porque como dice Musta, las confesiones cuestan caras!